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¿Qué son los linfomas?

  • Foto del escritor: Dr. Guillermo Ruíz Delgado
    Dr. Guillermo Ruíz Delgado
  • 13 mar
  • 2 Min. de lectura



Estimados pacientes, los linfomas son un grupo de enfermedades que afectan al sistema linfático, una parte fundamental del sistema inmunológico. Aunque el término puede sonar alarmante, es importante comprender qué son, cómo se manifiestan y qué opciones de tratamiento existen. En esta entrada, le explicaré en qué consisten los linfomas, sus tipos más comunes y la importancia de un diagnóstico oportuno.


¿Qué es un linfoma y cómo se origina?


Un linfoma es un tipo de cáncer que se desarrolla en los linfocitos, células encargadas de defender al organismo de infecciones y enfermedades. Estas células anormales pueden acumularse en los ganglios linfáticos, el bazo, la médula ósea y otros órganos, afectando el funcionamiento del sistema inmunológico. Aunque las causas exactas no siempre son claras, existen factores de riesgo que pueden predisponer al desarrollo de un linfoma, como antecedentes familiares, infecciones virales específicas (como el virus de Epstein-Barr), enfermedades autoinmunes y exposición a sustancias químicas tóxicas.


Tipos de linfomas


Los linfomas se dividen en dos grandes grupos:


1. Linfoma de Hodgkin: Se caracteriza por la presencia de un tipo de célula anormal llamada célula de Reed-Sternberg. Tiende a detectarse en etapas tempranas y responde bien al tratamiento, con altas tasas de curación.



Linfoma
Algunos linfomas pueden manifestarse como tumoraciones en la región del cuello


2. Linfoma no Hodgkin: Es un grupo más amplio de linfomas que pueden afectar distintos tipos de linfocitos. Su comportamiento varía desde formas indolentes (de crecimiento lento) hasta agresivas (de progresión rápida).


Cada tipo de linfoma tiene subtipos específicos con características propias, lo que hace que el tratamiento y el pronóstico dependan del diagnóstico preciso.


Síntomas del linfoma


Los síntomas pueden ser inespecíficos y confundirse con otras enfermedades, por lo que es fundamental estar atento a señales como:


• Inflamación persistente e indolora de los ganglios linfáticos (cuello, axilas o ingles).

• Fiebre sin causa aparente.

• Sudoraciones nocturnas excesivas.

• Pérdida de peso inexplicable.

• Fatiga y debilidad generalizada.

• Picazón en la piel sin explicación.


Estos síntomas pueden aparecer de manera progresiva, por lo que es esencial acudir a un especialista en caso de sospecha.


Diagnóstico y tratamiento


El diagnóstico del linfoma requiere una combinación de estudios clínicos, entre ellos análisis de sangre, biopsia de ganglios linfáticos y estudios de imagen como tomografías. Una vez identificado el tipo de linfoma, el tratamiento puede incluir quimioterapia, inmunoterapia, radioterapia o, en algunos casos, trasplante de médula ósea.


Los avances médicos han mejorado significativamente el pronóstico de los linfomas, con tratamientos cada vez más personalizados y eficaces. Un diagnóstico temprano es clave para mejorar las posibilidades de éxito en la terapia.


Conclusión


El linfoma es una enfermedad seria, pero con un diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado, muchos pacientes logran una recuperación completa o un buen control de la enfermedad. Si presenta síntomas persistentes o tiene factores de riesgo, le invito a consultar con un especialista en hematología. Como siempre, estoy a su disposición para brindarle una evaluación detallada y ayudarle a cuidar de su salud.


Referencia:

• American Cancer Society. (2023). Understanding Lymphoma. Disponible en: www.cancer.org

• World Health Organization. (2022). Lymphoma: Facts and Figures. Disponible en: www.who.int



 
 
 

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